- Cepíllate durante dos minutos, dos veces al día con un cepillo de dientes eléctrico o manual que tenga un cabezal pequeño y cerdas suaves y redondeadas. Intenta no cepillarte demasiado fuerte y haz movimientos circulares o elípticos en la boca. Es recomendable que cambies tu cepillo de dientes cada tres meses.
- Usar el hilo dental o cepillos interdentales puede ayudar a eliminar partículas de comida y placa bacteriana de las zonas de difícil acceso, como entre los dientes. Usa el hilo dental dos veces al día, idealmente antes de cepillarte los dientes.
- Escoge una pasta de dientes con flúor que haya sido formulada científicamente para reducir la acumulación de placa bacteriana que irrita tus encías y causa la enfermedad gingival. Por ejemplo, la pasta de dientes parodontax elimina físicamente la acumulación de placa bacteriana, siendo x4 veces más eficaz que una pasta de dientes regular, eliminando la acumulación de bacterias, una de las causas del sangrado de encías*.
- Si te sangran las encías cuando te cepillas los dientes o sufres algún otro signo de enfermedad gingival, habla con tu dentista tan pronto como sea posible. No esperes a que haya un problema antes de actuar. Realizarse revisiones de forma regular puede ayudar a identificar y tratar los síntomas de la enfermedad gingival antes de que empeoren.
- Una dieta pobre en nutrientes puede hacer que los dientes y las encías sean más vulnerables. Del mismo modo, las encías de los fumadores son más propensas a sufrir una infección. Llevar un estilo de vida saludable y comer bien puede ayudar a que todo tu cuerpo esté bajo control, incluso tus encías.